Dame las drogas Lisa.

.1

Conté mil historias esta noche.
Sudorosos los dos de tanto día vivido,
ya insoportable la espera de
su magistral llegada.
¿Cuándo será?
¿Cómo será?
Desapoderada
de todos.
¡Caliente! No, ya dejó de ser amor.
Y con el azul, desaparece la
luna.
Suicida y desamparada como yo.
Abrumada de estrellas que saben brillar.
Igual que yo.
Mejor que yo. Irrepetibles,
como vos.

Y lo verde de la putrefacción, de la carne
deshuesada de tu encía y el olor a
sabiduría de tu vientre. Y la sangre corrompida
por tu astucia y el sabor a resurrección
del flujo ocular. Restos inmaculados
de tu soberanía infernal.


.2

Cada vez que hablo:
vómito.
Desprecio por vos y por tu raza podrida.
Desamor justiciero.

Nada cambiará el futuro
nada solucionará
el todo en el que algunos
se ahogan.
Porque ahogarse es un dilema inentendible:
Si no me hundo, me desencuentro entre tanta gente.
La masificación de los extraños sonidos inhumanos,
el ritual de los perdidos.
Cualquier cosa es
capaz.
La sabiduría es momentánea,
de todos.
No ayuda
saber.


.3

Yo lo desconozco, ¿ustedes saben algo?
Frente al elixir y lo blanco
de la vida.
Mí.
Deshinibida.
Desesperada.
Destrozada.
Despedazada.
Nada.
¿Cómo se supone que debo pensar así?
Me asusta llegar y encontrar
y tomar.
Y tener.
Las dudas,
inconexas del placer.
Sabor de no
saber.
¿Alguien sabe algo?

Del sueño al hambre (y lo que cuesta una espera)




Será que sube
lo de la noche y también
aquella madrugada
de incienso barato
y bombachas mojadas.

Al suelo y arriba
y tu voz en mi espejo
en la neblina de la suerte
en el sueño de
lo que exhalan tus palabras
Que se va.
será eso
que sube,
más allá de
todo.

Cualquier cosa
es distante en la inmediación
de lo lejano.
Palabras
embebidas en absolutismos
baratos.
Cualquier cosa da pena:
si te hace así,
no me importa.

Si querés eso
tomalo.

No, a mi no.
Yo soy del desencuentro,
la cara del dado que no miente.
De la basura,
lo que nadie busca y encuentra.
Del desamparo,
el farol en la niebla.
Del feroz mordisco del oso,
el tracto digestivo.

The sun still sets on you, and your retarded party.

Es martes,
me levanto temprano.
Es todo un desafío,
soy perezosa.

Hago algo de café,
como un poco de arroz,
y después me siento
a revisar el correo.

Leo una palabra o dos,
miro a través de la ventana y veo las
iglesias y el cielo.

El primer orgasmo de la mañana,
es frío y difícil;
no habrá otro más
por ahora.

Arqueo mi espalda porque
estoy muy cerca.
Hace mucho frío,
acá en la ventana.

Hay algunos estudiantes
gritando y corriendo,
apenas me doy cuenta
que me estoy viniendo.

El primer orgasmo de la mañana,
es como un simulacro de incendio.
Es bueno estar prevenido
pero no es placentero.

Estoy demasiado ocupada para tener amigos,
un amante sólo complicaría mis planes.
Así que no volveré a buscar el amor
y tomaré cartas en el asunto.

Creo que podría durar una semana
sin alguien que me abrace.
Creo que podría durar una semana
sin alguien que me abrace.
¿no me abrazarías?



________
First Orgasm - The Dresden Dolls

De lo que molesta el ruido de la alfombra.




Robar los suministros del trabajo.
Un cigarrillo.
Y el ruido de la alfombra.

La percusión circular de la silla giratoria.
Hoy todo se mueve.
Sigue el ruido de la alfombra
al pisarla.

Y las teclas que no funcionan,
los vasos llenos de agua.
Hoy no hubo esponja. No.
El aroma del baño recién usado.
Junto al ruido de la bendita alfombra.

Las cabezas gastadas.
MANTENGA A SU CLIENTE EN LINEA.
El cliente corta.
RECARGUE SU TARJETA.
El cliente corta.
DIGAME SU CODIGO PIN.
El cliente... corta.
¿CÓMO PUEDO AYUDARLO?
Y el puto cliente corta.

Y eso,
es el ruido de la gastada alfombra.

Algún día voy a poder decir: "¡Hey! La gente ha cambiado, valoran más mi libertad que tu hipocresía."


La convivencia cede, la sociedad se está aplastando, masificando. No se si es por cansancio o por respeto, pero la anormalidad es cada vez más intrascendente. Se disuelve la culpa antes presente en el conformismo, la alegría o el placer. Pero sigo preguntándome: ¿por qué le tengo tanta bronca? ¿por qué la quiero destrozar? Desarraigarme de mi sitio y quemar todo mi mundo. Eso quiero y no lo entiendo.
Es una libertad opresora la que construimos, que provoca envidia y crea necesidades inexistentes.
Revoca toda la bondad y pone de manifiesto la intolerancia. Modifica y genera la diversidad al punto de no poder distinguirnos entre ella.
Me pregunto para qué será que aprendemos a apilar los bloques desde chiquitos.

Tu inoperancia.
Mi inoperancia.
Su inoperancia.
Me molesta.

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