El ausente

Flotaste entre los sonidos de mamá.
Simulaste ser gorrión, pichón o huevo.
Mas no pudiste crecer alas. Nadie te dejó.
Quien fui aquella vez decidió que te fueras a otro nido,
que renacieras en pájaro para poder finalmente
volar.
Libre, como quien mereciste ser.

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